El Rostro de la Brisa

| viernes, septiembre 03, 2010 | |

Cuando de verdad se ama, hay que tener claro que la otra persona también como tu piensa, siente, vive, habla, que su corazón está deseoso de amar, ansioso por querer, así como el tuyo también lo está. Que sueña con sentir el cielo en sus manos, la brisa en su rostro, correr por extensos llanos amarrado a sus manos, sentir que vuelan y que sienten lo inexplicable. Es ridículo pretender que esa otra persona sienta lo mismo que tu sientes cuando la ves, es aun mas ridículo pretender que por tanto solo una mirada o un suspiro al viento te idolatre y te ame sin darte una señal, aun peor, es saber que esa otra persona no siente lo mismo pero tu insistas, insistas, hasta que ya te cansas de insistir y ahora lo que quieres es obligarla a sentir algo que no le nace, que no lo expresa porque no lo cree conveniente. Nadie ama a la fuerza, nadie soporta años, meses o días atado a una persona que lo que hace es odiarte, aborrecerte por el resto de su miserable vida gracias a ti.

El amor es libre, sin condiciones, espontáneo, sin un papel que te diga que estas obligado a amar, sin una promesa que no cumplas, sin un capricho de tus padres, el que siente es tu corazón, que te dice que estas enamorado, el amor es quizás lo que pocos dirían verdadero pese a que hay quienes viven una completa farsa, es sin embargo el día a día de otros, aquellos que con el desayunan, que con el trabajan, que con el andan por el mundo en su cabeza, que con el desnudan su alma y la entregan esperando que al que la entreguen haga lo mismo, es que es lo que bombea al mundo, lo que le da fuerza para la salir adelante, pero muchas veces no es lo que uno espera, para unos que siguen arrepentidos, divulgando que cometieron un error pero que no hacen nada para enmendarlo, para otros que lo saben y se hacen los locos para no sufrir, para aquellos que viven en carne propia el mismísimo calvario implorando que le arranquen la vida de un solo trancazo, pero que no le arranquen los sueños, las ganas de volver sentir y las ganas de luchar, para los que sin embargo aun están sin fuerzas pero que creen que todo no esta perdido, quizás también para los que no quieren hacer daño pero sin querer estarían destruyendo algo, todos ellos se desilusionaron al amar, pero que no fueron capaces de luchar contra todo, unos sacrificarían sus vidas por el acto de cortar una rosa para una mujer como Rainer Maria Rilken, otros que creyeron de las flores que brotaron de un cadáver y se aferraron a ella, unos que por cierto creyeron en si mismo, puesto que sabían que alguien los amaba.

1 comentarios:

Unknown Says:
3 de septiembre de 2010, 17:38

Este escrito me recuerda mucho a eso de "ama a quién te ama y no a quién te ilusiona"

Bienvenido Dear. Orangelito ja ja te quedó genial el Blog ;-)

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